viernes, 12 de noviembre de 2010

Telefonía móvil y roaming

Ayer he leído una noticia que además de alegrarme me ha producido cierta preocupación. Trata de un asunto que afecta a los usuarios de los más de 52 millones de líneas de telefonía móvil. Es decir a una gran mayoría de los ciudadanos que viven en España.
A petición del gobierno extremeño, la cumbre hispano-lusa que se celebrará a principios del próximo año en la portuguesa ciudad fronteriza de Elvas estudiará la supresión de las tarifas de roaming en la península ibérica.
Petición muy sensata por parte del gobierno extremeño. Es muy frecuente que transitando en las cercanías de las fronteras entre distintos países el móvil entre automáticamente a captar la señal de una operadora del país vecino y comencemos a pagar como roaming. A mí mismo me ha pasado en los Pirineos más de una vez.
Aunque todavía parece ser que la agenda de la reunión en esa ciudad, no está fijada, deben señalarse dos puntos importantes.
Primero, que está por ver si esa decisión la pueden tomar unilateralmente España y Portugal o más bien –así lo tengo entendido- tiene que ser una postura aprobada por la Unión Europea y extendida a todo el territorio de la Unión.
Segundo, y más preocupante para los consumidores, las operadoras telefónicas no van a dejar de ingresar unas cantidades considerables así como así. Por lo que existe el presunto e hipotético riesgo de que se apunten entusiásticamente al derribo de la “frontera del celular” y eleven considerablemente las tarifas en ambos países. Que hasta es posible que pretendan unificar; al alza, por supuesto. Hay compañías telefónicas cuya cuenta de resultados se ha resentido en el presente año, y considero improbable que vayan a aceptar sin más esa supresión.
De hecho cuando la anterior comisaria Sra. Kroes impulsó y logró que la Comisión Europea bajar las tarifas de roaming un 70%, lo recurrieron al Tribunal de Justicia Europeo, que lo rechazó. Sin embargo las compañías desde entonces han establecido un sistema de abono periódico para uso en roaming que solo se cobra cuando se usa, y que, en principio, parece más favorable que la tarifa europea común establecida por la Comisión, pero que habría que estudiar si realmente consigue el importante ahorro para el consumidor que estableció la Unión Europea.
Por ello, debemos estar muy atentos tanto los ciudadanos como las asociaciones de consumidores para conseguir que esta propuesta se lleve a cabo en toda la Unión Europea, y sobre todo, para que no repercuta en las tarifas nacionales la pérdida de ingresos que esa supresión del roaming puede suponer a las operadoras de telefonía.
Supresión que debe llevarse a cabo cuanto antes. Si existe libre circulación de las personas es incongruente que se penalicen las conversaciones telefónicas por estar en un país distinto al de residencia. A nadie se le cobra una suplemento de “desplazamiento” por alojarse en un hotel o comer en un restaurante. Se paga el precio que abonan los residentes en ese país. No es que la telefonía móvil tenga que ser cobrada con las tarifas de origen del operador, puede –y posiblemente deba-ser cobrada con la tarifa de la empresa de telefonía que presta el servicio en esa llamada, pero sin el suplemento de roaming.
Así que bienvenida esta propuesta y que la Comisión Europea acelere la supresión del roaming sin que su desaparición repercuta negativamente en los consumidores al utilizar el teléfono móvil en su país de residencia.
Pemeches Juspi
pemechesjuspi@gmail.com

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